El “Día de las Madres” es una fecha para reflexionar en torno a las premisas pendientes en materia de derechos de las mujeres: educación sexual laica, objetiva y libre de estereótipos, acceso a métodos anticonceptivos servicios de salud de calidad condiciones laborales dignas para las madres trabajadoras, entre otros. La maternidad debe hacerse desde una visión de derechos, de libertades y autodeterminación del cuerpo de las mujeres.
En la Ciudad de México, gracias a las reformas que despenalizaron la interrupción del embarazo hasta las doce semanas de gestación, este día festejamos una maternidad diferente: una maternidad libre y voluntaria. Ya que se cuenta con una legislación que da cumplimiento al artículo 4º constitucional en lo concerniente a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de las hijas e hijos. El Gobierno de la Ciudad de México sienta las bases para brindar a las mujeres las condiciones jurídicas y sociales para ejercer una maternidad libre, autónoma y voluntaria.
Este dia se hace un llamado a eliminar los estereotipos de género que han colocado a las mujeres la pesada lápida del rol reproductivo. Es tiempo de cambiar a la maternidad obligada, abnegada y de sacrificio, por una maternidad diferente, una maternidad real, verdaderamente libre de discriminación y violencia. Las mujeres no nacen para ser madres, la maternidad más que un destino, debe ser una decisión, un acto de responsabilidad, de deseo y convencimiento. Los gobiernos no deben olvidar que una maternidad libre y voluntaria es referente básico de las sociedades democráticas.
Es tiempo de dejar de considerar a las mujeres como seres para los otros, es tiempo de que su proceso de empoderamiento avance a pasos agigantados hacia el ejercicio de la ciudadanía, para ser colocadas como lo que son: sujetas de derechos, capaces de tomar sus propias decisiones, apropiándose de su cuerpo.
Hoy es mas que necesario una maternidad libre, voluntaria e informada por una redistribución de las tareas del hogar y una educación de las hijas e hijos compartida con una paternidad responsable. Hoy, más que nunca, la legislación y la sociedad deben reconocer plenamente el derecho que tienen las mujeres de controlar su fecundidad y decidir sobre su propio cuerpo y su sexualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario