11 de julio de 2009

Trastornos Sexuales...

En principio es importante diferenciar los tipos de trastornos sexuales:
1. Disfunciones sexuales: se caracterizan por inhibiciones del deseo sexual o de los cambios psicofisiológicos que caracterizan al ciclo de la respuesta sexual.
2. Trastorno de Identidad o de género: se caracteriza un conflicto entre el género físico o manifiesto de una persona y su propia autoidentidad. Por ejemplo, una persona identificada como hombre puede realmente sentir y actuar como si fuera una mujer. Esto es diferente al homosexualismo, ya que los homosexuales casi siempre se identifican con su sexo o género manifiesto.
3. Parafilias: se caracterizan por una activación sexual ante objetos o situaciones que no forman parte de las pautas habituales de los demás y que puede interferir con la capacidad para una actividad sexual recíproca y afectiva.


DISFUNCIONES SEXUALES:
Se consideran disfunciones sexuales a la existencia de inhibición de los deseos sexuales o de los cambios psicofisiológicos que caracterizan al ciclo completo de la respuesta sexual. El ciclo completo de la respuesta sexual se divide en cuatro fases:
1. Deseo: Incluye fantasías y ganas de tener actividad sexual.
2. Excitación: consiste en la sensación subjetiva de placer que va acompañada de cambios fisiológicos. (Erección, lubrificación vaginal, etc.)
3. Orgasmo: Es el punto culminante del placer sexual con la eliminación de la tensión y la concentración rítmica de los músculos del perineo y de los órganos reproductivos pélvicos. En el hombre existe la sensación de inminencia eyaculatoria, seguida de la emisión del semen. En la mujer existen contracciones de la pared del tercio externo de la vagina. En ambos sexos existe a menudo tensiones o contracciones musculares generalizadas.
Hablamos de disfunciones sexuales cuando una o más de estas fases sufre alteraciones, pudiendo hablar por tanto de:
Trastornos del deseo sexual
Trastornos de la excitación sexual
Trastornos del orgasmo
Trastornos sexuales por dolor

TRASTORNO DE IDENTIDAD O DE GENERO:
Los trastornos de identidad de género son trastornos en los que el individuo se identifica, de un modo intenso y persistente, con el otro sexo junto con malestar persistente por el propio sexo anatómico (asignado) o un sentimiento de inadecuación en el papel de su sexo. Los antecedentes y un examen psiquiátrico confirman el deseo persistente de pertenecer al sexo opuesto. El sentimiento de estar en un cuerpo de género "equivocado" debe persistir por lo menos 2 años para hacer el diagnóstico.
Los problemas de identidad se pueden presentar en una variedad de escenarios y manifestarse en formas diferentes. Puede darse comportamiento “afeminado” en el caso de un hombre, o de “marimacho” en el caso de una mujer. Algunos de ellos pueden cambiar la forma de vestir y otros pueden realmente recurrir a una cirugía para cambiarse de sexo. Puede darse el caso de una persona que nace con genitales ambiguos, lo cual es probable que genere también un trastorno de identidad de sexo.

PARAFILIAS:
Esencialmente consisten en que el individuo tiene unas necesidades y fantasías sexuales intensas y recurrentes que generalmente suponen:
1. Objetos no humanos
2. Sufrimiento o humillación propia o del compañero
3. Niños o personas que no consienten
Hay que tener muy en cuenta que las imágenes o fantasías parafílicas pueden ser estímulo de excitación sexual para una persona sin ello llegar a ser una parafilia. Por ejemplo, la ropa interior femenina suele ser excitante para muchos hombres. Será parafilia sólo cuando el individuo actúe sobre ellas o cuando le afecten en exceso.

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