Mamacitas
Catalinapordios Posted on May 15, 2014
La nueva campaña del GDF para supuestamente fomentar
la lactancia materna es un exabrupto semiótico por delante y por detrás.
Pero vamos por partes:
Es cierto que es importante fomentar la lactancia
porque la leche materna casi que tiene superpoderes y es una ingeniosa solución
evolutiva que tendríamos que aprovechar. Según la campaña, en México solo el
14% de las madres amamantan a sus hijos y con ese porcentaje ocupa el último
lugar en América, lo cual es una potencial causa para la desnutrición infantil
en el país.
Sin embargo, no sabemos las razones que llevan a las
mexicanas a decidir no amamantar a sus hijos. ¿Es un problema cultural? ¿Es
ignorancia? La verdad es que una sociedad en la que es tabú sacarse una teta en
público para darle de comer a un niño no le pone las cosas fáciles a las
mujeres. He oído historias de amigas ejecutivas que tienen que encerrarse en un
cuartito de la oficina para exprimir la leche con una aparatosa máquina de
tubos y chupas como soñada por la ciencia ficción. Amamantar es incomodo y “se
ve de quinta”, y las mujeres que trabajan (en todas las clases sociales) tienen
muy difícil ese malabar.
Por otro lado amamantar tiene innegables efectos sobre
nuestro cuerpo. Se nos caen las tetas. Y sí, esta es una razón que lleva a las
mujeres a negar la lactancia. ¡Vanidosas, egoístas, malvadas! Tal vez a esas
Evas se refiere la campaña cuando dice “no les des la espalda”, porque claro,
una mujer que no amamanta es una madre desalmada. En una sociedad en la que nos
dicen a diario que las mujeres no valen si tienen las tetas caídas es grosero y
atrevido que el GDF quiera culpabilizar a las mujeres que decidieron no
amamantar, como si esa fuera su función moral. Estado impertinente y metiche,
que en la misma campaña en la que las juzga por no amamantar les recuerda que a
la vez tienen que estar buenas, tener abdominales, estar arregladas, ser
seductoras, verse mamacitas.
Porque para ser buenas no basta con tener hijos, ser
fieles, y amamantar. También tenemos que ser bonitas y seductoras, es decir, suscribir
actitudes cliché (como ponerse jeans y dejarse el torso descubierto) y
corresponder físicamente a estándares muy específicos que resultan absurdos
para la mayoría de los cuerpos latinoamericanos. Si el GDF quisiera decirnos
que amamantar está bien, nos mostraría fotos de mujeres con sus tetas estriadas
y sus panzas desacomodadas dándole de comer a su hijos en las plazas, en el
metro.
A todas estas uno se pregunta si las mujeres de las
fotos, que tienen implantes de silicona, pudieron amamantar. Según la
literatura médica depende de la cirugía, las incisiones que se hacen por debajo
del pliegue del seno o a través de la axila no deberían suponer un problema.
Sin embargo, el método más popular, que consiste en practicar una incisión en
forma de “sonrisa” alrededor de la areola, puede complicar las cosas. Si
durante la cirugía no se cortaron ni dañaron los nervios que están alrededor de
la areola, es posible amamantar de forma parcial o total. Los nervios son
vitales para poder amamantar porque alertan al cerebro para que libere
prolactina y oxitocina, dos hormonas que influyen en la producción de leche.
¿Pudieron amamantar Sodi, Guardia, Juárez y Galeano? Saber su testimonio me
daría mucha tranquilidad.
Quizás la más pertubadora de las fotos es esa en la
que Maribel Guardia literalmente le da la espalda a su hijo, un muchachón que
seguro creció tanto por la leche materna. A ninguno de los dos parece
importarle las terribles connotaciones edípicas de la foto, de la cual no se
puede hablar sin hacer un albur.
Finalmente, a uno no le queda claro cuál es la
estrategia publicitaria del GDF. ¿Cuál es su público? ¿Los lectores de Soho o
Maxim? Si la campaña va a dirigida a adolescentes pajizos y viejos verdes es
plata perdida porque esos jamás van a amamantar. Si la campaña va dirigida a
las mujeres en edad reproductiva, muchas gracias por explotar las inseguridades
culturales y los estándares imposibles con los que la publicidad nos tortura a
diario, a varias hasta les quitarán las ganas de tener hijos. Así la vanguardia
de los derechos sexuales y reproductivos en México.
Amamantar no es un servicio que prestan las mujeres al
Estado o a la comunidad. Si lo van asumir así pues que nos compensen por ello.
Si la maternidad es por la patria que nos paguen indemnizaciones y que nos
hagan estatuas. Las mujeres amamantan y tienen hijos, porque es el cuerpo de
cada una y cada una puede hacer con él lo que le dé la gana. No nos sale leche
de las tetas por el bien de la nación.
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