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Las
Desapariciones forzadas e involuntarias en el Estado de Chihuahua, México.
Los días 2 y
3 de febrero, México comparecerá ante el Comité Contra las Desapariciones
Forzadas de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, para informar cómo ha dado
cumplimiento a la Convención Internacional para la Protección de Todas las
Personas contra las Desapariciones Forzadas.
La Maestra
Olaya Dozal, madre de una joven desaparecida, viajó a Suiza acompañada
por una abogada del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, para
comparecer ante los diez expertos que integran el Comité sobre Desapariciones Forzadas
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e informar de la situación de
Chihuahua, una de las entidades federativas con mayor índice de personas
desaparecidas.
La madre de
familia, explicará el problema ignorado e invisible de las desapariciones
en esta entidad norteña y entregará un video de testimonios titulado
“Las voces de los desaparecidos y las desaparecidas en México”, el cual se
encuentra disponible en la liga: https://www.youtube.com/watch?v=I0TJhdDiZVI
El video de
testimonios fue grabado especialmente para el Comité contra las Desapariciones
Forzadas con motivo del evento del 2 y 3 de febrero en Ginebra, Suiza y tiene
el objetivo dar sustento a las conclusiones del cumplimiento de las
obligaciones de México con la Convención Internacional para la Protección de
Todas las Personas Contra las Desapariciones Forzadas, que nuestro país
promovió ampliamente.
Dicho
material realizado por las familias, muestra con especial énfasis la
situación de las víctimas invisibles de la guerra, es decir, las madres,
hermanas, tías y abuelas que han quedado al frente de sus familias destrozadas
por la violencia y a cargo de huérfanos/as, sin políticas públicas ni
legislación adecuada.
Chihuahua es
uno de los lugares donde se presenta con mayor frecuencia el fenómeno de la
desaparición, y las autoridades estatales no reconocen el problema, un alto
número de denuncias no se realizan por temor, desconfianza, impunidad e
infiltración del crimen organizado en las autoridades que investigan.
En el video,
una de las víctimas señala “Cuauhtémoc,
Chihuahua y Ayotzinapa,
Guerrero, lejanos geográficamente y cercanos en dolor e
indignación, con patrones idénticos de participación y complicidad de
grupos criminales y agentes del estado policías y militares, en la
desaparición de nuestros hijos e hijas”.
Es cierto,
en Ayotzinapa faltan 43, en Cuauhtémoc nos faltan 355 jóvenes, en
Chihuahua 1,520 y en el país más de 22,300, todo México es un cementerio.
Con profunda
indignación las mujeres realizan una denuncia pública de su situación señalando
que “las mujeres somos las víctimas invisibles, en los pueblos nos
obligan a convivir con grupos criminales, con policías y militares. Presas de
terror las mujeres debemos caminar, bajo la mirada amenazante de los hombres
con sus armas listas para disparar, allanar cualquier hogar o para a llevarse a
nuestras hijas o hijos como botín de guerra”.
Nuestros
seres queridos eran jóvenes con esperanzas y sueños que se vieron truncados por
el sinsentido de la violencia, en una de sus más crueles expresiones la
desaparición forzada e involuntaria, en este doloroso proceso, su recuerdo nos
da fuerza para levantar muros contra la violencia del olvido, para
exigir a las autoridades, para que no nos sigan robando a
tantos jóvenes cuyos rostros han dejado de brillar e iluminarnos a nosotros sus
familiares y a sus comunidades.
Las mujeres informan
el Comité los obstáculos que han encontrado, como son la falta de recursos
materiales y humanos, colusión corrupción, amenazas y ataques directas a las
familias para desalentar la búsqueda, las autoridades no hacen cruce de
la información genética con el ADN que les proporcionamos con los
cuerpos no identificados del país, no hay diligencias para localizarlos con
vida, no los buscan ni vivos ni muertos, somos nosotras las que hacemos las
investigaciones a costa de nuestra seguridad, las autoridades no saben
coordinarse, ni tienen protocolos de búsqueda, han encontrado decenas de fosas
con restos quemados sin identificar, en conclusión no existe voluntad política.
Finalmente
agradecen al Centro de Derechos Humanos de las Mujeres por el
acompañamiento en el proceso de empoderamiento que las
fortalece para continuar en la búsqueda de la verdad, la justicia y la
reparación. “Este es un testimonio del ayer, el ahora y el futuro por el que
luchamos, en la resistencia nos mantiene la dignidad y el amor a nuestros hijos
e hijas”, finaliza el conmovedor video que se presentará en la ONU el día de
mañana.
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